Chile tendría la posibilidad de cambiar una de las constituciones más abortistas de Sudamérica a una donde se defienda la vida de quien está por nacer y derogar la actual ley del aborto.
Ayer 20 de septiembre, el Consejo Constituyente logró aprobar el artículo 16 de lo que posiblemente será la nueva Carta Magna chilena, el texto es de gran importancia por ser una victoria en defensa de la vida porque protege “el derecho a la vida de quien está por nacer”. Es un acontecimiento importante para la batalla cultural y las políticas de nueva derecha que se desarrollan en ese país.
Antecedentes
El 18 de octubre de 2019, como resultado de las peticiones violentas por parde de grupos de ultraizquierda que incendiaron siete estaciones del Metro de Santiago, se llegó al acuerdo de cambiar la Constitución chilena de 1980, se decidió votar por una Convención Constituyente con el fin de redactar una nueva Constitución y luego votar en elecciones ciudadanas si se opta por aceptar o rechazar el texto propuesto.
Es así como en 2021 se instaura la primera Convención Constituyente con 155 miembros con mayoría de corte izquierdista globalista. La convención redactó un texto que se propuso a referéndum el 4 de septiembre de 2022, los chilenos le dijeron no a esa constitución socialista. El texto era de índole radical, con una visión nada humanista y opuesta a los valores de occidente, su contenido tergiversaba el orden social e introducía la ideología de género e incluía el aborto y la eutanasia como “derechos”. Es entonces, que se tuvo que redactar otra constitución.
En enero de este año se dio el segundo intento de redactar la nueva Constitución, para esta ocasión se decidió que el Consejo Constituyente tuviera solo 50 miembros que fueron elegidos por los ciudadanos el 7 de mayo. Este Consejo fue conformado por distintas fuerzas al anterior, el Partido Republicano de nueva derecha liderado por el excandidato presidencial, José Antonio Kast, logró imponerse con 22 escaños. La coalición Chile Seguro, un partido de centro derecha liderada indirectamente por el expresidente Sebastián Piñera, obtuvo 11 escaños, y la Alianza de Izquierda Unidad para Chile con 16 escaños. Y un escaño más que se le otorgo a un representante mapuche como petición de las constantes prédicas del indigenismo de izquierda.
Rumbo a una nueva redacción
En Chile no se necesitó que pasara mucho tiempo para que los ciudadanos se diesen cuenta del error de haber elegido presidente a Gabriel Boric, solo pasaron 6 meses de gobierno para que los chilenos reflexionen sobre el hipnótico discurso repetitivo de las izquierdas y votaran en contra del primer texto en el plebiscito. El texto era la principal apuesta política de Boric, su rechazo fue contundente con 62% frente a un 37%. El principal gestor de este resultado fue el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast.
Con esto, Chile deja de lado la anterior redacción considerada como la más “progresista” de occidente y podría pasar a tener una donde se defienda la vida, los valores de la familia, la libertad y el respeto por la propiedad personal. La nueva Constitución que se viene redactando, no es ajena a criticas por parte de la oposición, la buena noticia es que se viene resaltando la importancia de defender a aquellos que se encuentran indefensos y es un gran paso que demuestra que la sociedad esta comprendiendo cada vez mejor el caos y pobreza que genera el comunismo abortista.
Con una votación de 33 frente a 17, ayer 20 de septiembre el Consejo Constituyente decidió que el texto del artículo 16 que se propondrá en referéndum diga lo siguiente:
“La Constitución asegura a todas las personas el derecho a la vida. La ley protege la vida de quien está por nacer”.
La aprobación de este texto generó polémicas y hasta enfrentamientos, en un primer texto propuesto por el Partido Republicano para ponerse en debate se mencionaba que “todo ser humano es persona”. Si este texto que es tan entendible y queda claro se hubiese aprobado, la ley del aborto quedaría pronta a derogarse. Lastimosamente este no fue aprobado debido a que cuatro consejeros de centro derecha decidieron abstenerse en la votación que era clave para su aprobación. El texto actual aprobado, de todas formas, sigue siendo una amenaza para la ley que regula el aborto.
Pasado y presente de la ley del aborto
El 23 de septiembre de 2017 se aprobaría la Ley N° 21.030 que regula la despenalización del aborto en tres causales: riesgo vital de la mujer, inviabilidad fetal y que el embarazo fuese resultado de una violación con un límite gestacional de 12 semanas (14 semanas si fuese una niña menor de 14 años). Que la redacción actual del texto constitucional diga que “se protege la vida de quien está por nacer” ha puesto nuevamente este asunto en debate, asunto que los abortistas creían zanjado.
Los abortistas al servicio del globalismo saben bien que su ley se encuentra amenazada. Si bien es cierto que esta nueva Constitución aún no fue aprobada en referéndum, los esfuerzos por parte de la izquierda para neutralizar un peldaño en el triunfo en defensa de la vida, no se ha hecho esperar. Sectores ideologizados con propaganda proaborto con ayuda de supuestos constitucionalistas y en colaboración con la prensa “progresista”, salen a tratar de imponer una interpretación del artículo 16 argumentando que este no afecta su actual ley de aborto, su argumento es que al haber sido rechazado la primera propuesta donde se decía que “todo ser humano es persona”, la actual propuesta estaría diciendo que los niños por nacer no son considerados personas, al menos eso es lo que aseguran ellos.
Considerando que una mujer embarazada es 100% mujer para los chilenos y para todos nosotros (hay quienes siguen la narrativa ideológica de Simone de Beauvoir y aseguran que no se nace mujer, sino se llega a serlo), de darse un conflicto de intereses prevalece el deseo de la mujer sobre el derecho a la vida del niño. Una interpretación absurda que se está tratando de imponer como agenda en el inconsciente colectivo no solo de los chilenos sino también del resto del mundo. Es muy posible que se busque sembrar la duda, para que así algunos abogados encuentren argumentos que les permitan acabar con la vida de quien esta por nacer. El artículo 16 es claro y de forma explícita, condena el aborto, si el 17 de diciembre la Constitución redactada se aprueba mediante referéndum, se habrá dado un importante avance en lo que concierne a la batalla cultural y en defensa de la vida. Los próximos años solo se tendrá una sola y correcta interpretación, la de proteger la vida de quien está por nacer.
Todavía hay mucho que luchar por parte de los defensores de la vida en Chile, pero el camino es alentador y no se tiene que perder el objetivo de leer el texto tal cual está escrito: “La ley defiende la vida de quien está por nacer”, es decir, que el aborto es condenable y no cabe dentro de la sociedad chilena.