Es innegable aceptar que las bases del desarrollo se dieron durante este periodo de Régimen Militar.
El Gobierno de Salvador Allande, declarado anticonstitucional y antidemocrático por la Corte Suprema y el Congreso, al mismo tiempo en que cada chileno veía como su dinero se depreciaba por la inflación, el desabastecimiento de alimentos era parte de cada día. En 1973 Chile se encontraba dividido por los constantes discursos polarizantes del marxismo, es entonces en la que se tenía que elegir entre una dictadura del proletariado o un régimen militar.
En consecuencia, un 11 de septiembre de 1973 en un marco dentro de la Guerra Fría donde el conflicto ideológico se esparció por el mundo, los militares chilenos se manifiestan y optan por derrocar a Salvador Allende, opción necesaria para salvar a Chile del socialismo.
Las actuales izquierdas han tomado posición “victimista” sin hacer mea culpa de cómo su ideología llevó a Chile al abismo económico y cultural. Incluso el actual Gobierno de Gabriel Boric ha sacado provecho del discurso de victimización para continuar fomentando la división.
El presidente chileno llamó este lunes a los distintos partidos políticos para firmar el Acuerdo del <>, algo que las derechas han sostenido que es un homenaje a Salvador Allende y dieron por rechazarla. Motivos para creer que es un homenaje no faltan, Boric hizo una conmemoración donde invitó políticos y artistas internacionales declarados abiertamente de izquierdas, como la secretaria general de la Internacional Socialista, Benedicta Lasi; Tom Morello, guitarrista de Audioslave, quien declaro públicamente su apoyo al grupo terrorista peruano Sendero Luminoso; y a Mon Laferte, feminista radical ligada al Frente Amplio chileno.
Y mientras desde el Gobierno se pretendía instalar una sola verdad, el partido de centro derecha, Chile Vamos, firmó su propio compromiso con la Constitución, las leyes, el respeto a la dignidad humana y sus libertades, etc, e invitó al presidente Boric a firmarlo.
El Régimen Militar de Pinochet
Las izquierdas han venido alterando la historia del Régimen Militar argumentando exaltadamente temas como: Violación de derechos humanos y una economía “neoliberal” que ha aumentado las desigualdades. Afirman que todos los problemas actuales tienen como origen en este periodo, es más, se usó como excusa para los disturbios del 2019 con el objetivo de generar un nuevo proceso constitucional. Algo es cierto, todas las críticas provenientes de la ultraizquierda en este sentido son de carácter tendenciosa, que desinforma y hasta divide a un gran sector.
Es innegable el hecho de que efectivamente hubo violación a los derechos humanos, pero por respeto a la historia, es necesario reconocer los grandes esfuerzos realizados desde varios sectores del país chileno, el poder aclarar los sucesos y llegar a una reconciliación, algo que las derechas han estado dispuestas a contribuir. Sin embargo, el esfuerzo por acrecentar los defectos del régimen por no compartir sus rasgos ideológicos, hacen notoria su cegada preferencia. El Régimen Militar queda demasiado lejos de otros regímenes totalitarios como la de Mao Tse-Tung a quien se le atribuye más de 78 millones de asesinatos, al de Josef Stalin quien es responsable de 23 millones de muertes o incluso de Adolfo Hitler que tiene 17 millones de muertes en su haber. Como dato, Augusto Pinochet no aparece dentro de la lista de los diez regímenes con más muertes en el mundo. (Ver: Los 10 dictadores más sanguinarios del siglo XX)
Desde que en 1973 el Régimen Militar entendió que se tenían que establecer pasos para reconstruir la institucionalidad dejada por Salvador Allende, se fijó un camino y por tal motivo, se convocó a abogados constitucionalistas que permitieran presentar un proyecto constitucional que pusiera a Chile en el camino hacia el desarrollo.
La Comisión de Estudios de la Nueva Constitución Política de la República de Chile, más conocida como Comisión Ortuzar, fue la encargada de redactar el texto. La sesión empezó un 24 de septiembre de 1973 y finalizaron el 5 de octubre de 1978, es decir, trabajaron durante 5 años en un texto que, permitió a Chile avanzar hacia su desarrollo. En la primera sesión que se dio, se fijó que el precepto constitucional sea similar al contemplado en la Carta de la Alemania Federal <> entro otros aspectos. En 1980 el texto constitucional es presentado y promulgado donde se establece que las personas son libres e iguales en dignidad y derechos; que se defiende la vida del que está por nacer hasta la muerte natural; la familia es el núcleo fundamental de la sociedad; y es el Estado el que está al servicio de la persona humana y no al revés; el derecho de propiedad y el principio de libertad personal y económica. Así mismo, se establece la importancia del subsidio, concepto introducido como aporte por parte de los <<Chicago Boys>>, grupo conocido así por tener estudios en la Universidad de Chicago y quienes pusieron los cimientos para el progreso económico.
Como consecuencia, se impulsó una ordenada política fiscal donde el gasto como porcentaje del PBI pasó de 32.7% en 1985 a 22.4% en 1990. Tras la crisis presentada en 1982, se decide hacer una reforma tributaria en 1984 donde se incentiva el ahorro privado y la inversión, también se abre la economía y el comercio. La inflación que en 1973 estaba al borde de 1000% anual bajó a un 27% para 1990, año en que Augusto Pinochet deja el poder tras el plebiscito de 1989 donde se les consultó a los ciudadanos chilenos si deseaban continuar con un Gobierno Militar o convocar a elecciones presidenciales.
Todo este cambio se reflejaba en una mejor calidad de vida para los chilenos. En la década de los setenta, la tasa de mortalidad infantil era de 63.4%, porcentaje demasiado alto que se redujo en la década de los noventa llegando a 6.5%. Además, la desnutrición infantil en los setenta llegaba a un 19% en niños menores de seis años a diferencia de la actualidad en donde se reduce a un 2.6%. Independientemente de si se vive en una zona rural o urbana, se cuenta con acceso al agua potable. Se superó el analfabetismo, hoy ingresar a la universidad es posible para los jóvenes de diferentes estratos socioeconómicos. Según la encuesta Casen, ya corregida a la metodología actual, en 1990 se presentaba un 68.5% de ciudadanos chilenos en situación de pobreza, pero para el 2017 solo el 8.6% seguía en esta situación. Lamentablemente, se presentó un retroceso en el 2020 subiendo a 10.8% dado la crisis institucional que atravesaba el país desde el 2019 a causa de las revueltas de octubre y las medidas restrictivas impuestas en la pandemia.
En conclusión, el progreso y desarrollo de Chile tuvieron un comienzo necesario en el Régimen Militar. Régimen que ha permitió el acceso a los ciudadanos a bienes y servicios que impulsan a tener una mejor calidad de vida. Lamentablemente, las izquierdas y sus políticas cada vez más estatistas, han puesto a Chile en un panorama desequilibrante en lo social, cultural y económico. Además, no dejan de insistir al dar sus discursos de división o haciendo homenajes como a Salvador Allende a víspera del 11 de septiembre. Desde el actual Gobierno, se busca instalar una sola verdad, aquello no aporta a la unión que tanto se busca, solo contribuye a la división y nos aleja del desarrollo hasta ahora logrado.