La carrera por el control del crecimiento económico entre China versus Estados Unidos parece ir inclinándose al país estadounidense. El gigante rojo se enfrenta a una crisis inmobiliaria, la fuga de inversión, el sobreendeudamiento y el proceso de un ampio envejecimiento en su población.
Años atrás era posible escuchar o leer opiniones de diversos analistas afirmando que la economía en China tendría un aumento considerable que superaría a la de Estados Unidos y mantendría un eje de índole global. Sin embargo, hoy en día se descarta cualquier tipo de garantía como para que esto llegase a suceder.
El sector inmobiliario que lideraba el crecimiento del PBI desde la crisis internacional de 2008 presenta signos de baja y hasta un posible colapso como es el caso del derrumbe de Evergrande (Ver: Las acciones de Evergrande cayeron casi 80% tras su regreso a la bolsa de Hong Kong).
El carecimiento de reformas y garantías estructurales como el asentamiento de los derechos a la propiedad, la seguridad jurídica, la apertura al comercio internacional, la desregularización en la competencia entre las empresas públicas y privadas. Todas estás acciones ahuyentan la inversión hacia destinos considerablemente seguros como Japón o Corea del Sur, esto se acrecienta aún más con el riesgo geopolítico a la que va dirigido bajo el régimen de Xi Jiping.
Desde su más abrupta caída registrado en 1982, hoy el régimen comunista presenta un gran problema. Según el FMI, el déficit fiscal consolidado de China superó el 7.5% del PBI en 2022, se estima que cerraría el año alrededor de 6.9% de PBI. Además, como si esto no fuera suficiente, se calcula que en los próximos años se acerca un peligroso proceso de envejecimiento en la población lo que causaría una restricción en la oferta laboral y encendería las alarmas en el sistema de previsión social.
Estados Unidos presenta un PBI nominal de alrededor US$ 25,46 billones de dólares durante el 2022, a diferencia de China que solo llegó a los US$ 17,96 millones creciendo solo un 3% con respecto al 2021.
Según los economistas encuestados por Bloomberg Analytics, se estima que la tasa de crecimiento de China podría bajar al 3.5% anual para el año 2030 y un porcentaje cercano al 1% anual para el 2050. Se prevé escenarios más negativos, esto debido a que se esperaba un 4.6% y un 1.6%. De cumplirse este escenario, dado las estimaciones que los mercados tienen para la tasa de crecimiento de Estados Unidos, solo de 2040 en adelante se podría presentar una convergencia en el crecimiento de ambas economías, pero, aun así, no hay garantías de que esto suceda. Incluso en un hipotético caso en donde se de la convergencia, nuevamente la inclinación sería a favor de Estados Unidos.