El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció este domingo a los 63 años. El mandatario viajaba en helicóptero cuando se reportó que había sufrido un aterrizaje forzoso. Horas después, luego de mucha incertidumbre y una infinidad de teorías, se confirmó su fallecimiento. Raisi se había desplazado a la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde había inaugurado una presa junto al presidente Iliham Aliev, en la frontera entre ambos países.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció este domingo a los 63 años. El mandatario viajaba en helicóptero cuando se reportó que había sufrido un aterrizaje forzoso. Horas después, luego de mucha incertidumbre y una infinidad de teorías, se confirmó su fallecimiento.
Raisi se había desplazado a la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde había inaugurado una presa junto al presidente Iliham Aliev, en la frontera entre ambos países.
La televisión estatal informó inicialmente que “algunos informes no confirmados dicen que el helicóptero que transportaba al presidente Raisi tuvo un accidente en la provincia de Azerbaiyán Oriental”.
Raisi de 63 años, conocido como el “carnicero de Teherán”, contaba con una extensa carrera política en su país, donde se destacó por su represión a la disidencia, por acerar el programa nuclear e incluso por integrar una “Comisión de la Muerte”, responsable de miles de asesinatos.
Debido a su larga carrera política y relación personal, era visto como el sucesor natural del líder supremo, Alí Hoseiní Jamenei. Junto a Raisi viajaba el canciller iraní, Hossein Amirabdollahian, quien también falleció producto del accidente aéreo.
Uno de los primeros líderes de los Estados Unidos en reaccionar fue Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado.
Antes de que se confirmara el fallecimiento, el senador indicó que el accidente con el helicóptero parecía “un accidente” y que las autoridades de inteligencia le han comunicado que “no hay indicios de juego sucio”.