La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó un acuerdo para establecer un centro de instrucción policial, financiado y administrado por Rusia. La medida impulsada a mediados de marzo por el régimen de Daniel Ortega, planea inquietudes sobre las verdaderas intenciones tras la cooperación Rusia-Nicaragua. Según el diario nicaragüense Confidencial, basándose en el acuerdo firmado, Ortega cedió una parte del territorio a Moscú, sin control estatal, abriendo la puerta al Kremlin para nombrar a agentes del Buró Federal de Seguridad (sucesores del KGB de la era soviética), para operar libremente en Nicaragua.
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó un acuerdo para establecer un centro de instrucción policial, financiado y administrado por Rusia. La medida impulsada a mediados de marzo por el régimen de Daniel Ortega, planea inquietudes sobre las verdaderas intenciones tras la cooperación ruso-nicaragüense.
“En la postpandemia, Ortega renovó la autorización de operaciones militares rusas, que junto a este nuevo centro evidencia el rumbo estratégico y geopolítico adoptado por la dictadura”, señaló al medio Diálogo Jorge Serrano, miembro del equipo de la Comisión de Inteligencia del Congreso de Perú.
El decreto número 8873, publicado el 02 de abril en La Gaceta, el diario oficial nicaragüense, detalla el acuerdo entre Nicaragua y Rusia, destacando la importancia de la actividad policial para afrontar los retos y las amenazas a la seguridad pública.
Este tratado destaca la intención de ambos regímenes de capacitar a las fuerzas policiales nicaragüenses y de otras naciones de Latinoamérica y el Caribe, informó Infobae. El centro policial será dirigido íntegramente por el Ministerio del Interior de Rusia.
“Nicaragua es el aliado estratégico de Rusia en Centroamérica”, expresó a la prensa Laureano Ortega Murillo, asesor de la dictadura e hijo de la pareja dictatorial. “Nos posicionamos como su plataforma regional en todos los campos y nos comprometemos a potenciar la influencia y actuación de Moscú en nuestra región”.
Una cláusula del acuerdo, otorga al personal ruso del nuevo centro estar exentos de cualquier responsabilidad penal, civil o administrativa ante las leyes nicaragüenses, de todas las acciones que realicen en el cumplimiento de sus funciones.
El artículo 07 especifica que la Policía Nacional proporcionará servicios de vigilancia, utilidades básicas y traducción sin costo a los rusos. Adicionalmente, facilitará asistencia en el registro de la propiedad de los terrenos y las edificaciones adquiridas por el Kremlin, para el establecimiento del Centro reporta el diario nicaragüense Confidencial.
Según el Confidencial, basándose en el acuerdo firmado, Ortega cedió una parte del territorio a Moscú, sin control estatal, abriendo la puerta al Kremlin para nombrar a agentes del Buró Federal de Seguridad (sucesores del KGB de la era soviética), para operar libremente en Nicaragua.
“Nicaragua se ha posicionado como un actor clave para las naciones no occidentales como Rusia, Irán y China, actuando como una especie de portaaviones en la región. Utiliza su territorio para expandir su influencia y llevar a cabo operaciones en Latinoamérica”, explicó Serrano.
El centro de instrucción policial será un “nido de espionaje” más que un centro de capacitación policial, sugirió Serrano. Esta no sería la primera vez que Rusia instala una agencia en suelo nicaragüense. En octubre de 2017, inauguró el Centro de Capacitación Rusia-Nicaragua. Informó el Confidencial.
En abril del mismo año, Moscú inauguró en la capital nicaragüense un sistema global de navegación por satélite conocido como Glonass, detalló Infobae. Desde 2013 hasta la fecha, Rusia ha establecido nueve de estas estaciones terrestres satelitales fuera de su territorio. La última fue instalada en territorio nicaragüense.
La presencia rusa en Latinoamérica se ha intensificado, “evidenciando la actividad del servicio de inteligencia ruso en la región”, dijo Serrano. De acuerdo con él, “se han recabado pruebas de estas operaciones encubiertas, diseñadas para pasar desapercibidas y evitar la detección de las autoridades regionales”.
Además, “se han realizado encuentros secretos entre Managua y Moscú, para coordinar acciones a través de sus servicios de inteligencia para perpetrar ataques contra los Estados Unidos y contra las naciones latinoamericanas aún alineadas con los principios democráticos, buscando desestabilizar a la región en un efecto dominó”.
La capacitación de los cuerpos policiales extranjeros en el centro y en distintas ubicaciones en Nicaragua. Las tareas principales del centro incluirán entrenamiento y educación del personal policial, además de organización y realización de seminarios, talleres, conferencias y otros eventos de índole “educativa y científica”.
El kremlin aportará al centro todo el equipo necesario, incluyendo herramientas forenses, medios técnicos de enseñanza, publicaciones, materiales didácticos y científicos. También proveerá docentes, soporte financiero y logístico, para asegurar el funcionamiento de la unidad durante un periodo inicial de 10 años, detalla el acuerdo.
“Rusia ha modificado su táctica en Latinoamérica: ha eliminado intermediarios como Cuba o Venezuela para establecer una conexión directa con la dictadura de Nicaragua, privilegiando su posición estratégica y su capacidad para desestabilizar la región”, manifestó Serrano. “Esta decisión destaca la importancia que el Kremlin otorga a Nicaragua en su estrategia regional”.
También aseguró que Rusia intentará intensificar cualquier conflicto en la región utilizando a Nicaragua, Venezuela, Cuba, Bolivia y otros líderes regionales, para facilitar la consecución de sus objetivos geopolíticos. “Esta estrategia busca aprovechar las tensiones existentes para ampliar su influencia en el continente”, precisó Serrano.
“Ante esta creciente amenaza, la respuesta de las democracias debe ser la formación de alianzas sólidas entre sus gobiernos, reconociendo y comprendiendo la naturaleza de la amenaza rusa”, concluyó Serrano. “Es clave fortalecer la cooperación entre los servicios de inteligencia de las naciones democráticas, para tomar medidas efectivas y conjuntas”.