A la dictadura socialista de Daniel Ortega parece no importarle que cada año miles de nicaragüenses emigren a otros países en busca de una mejor calidad de vida. Por el contrario, es de su agrado, ya que así se llena los bolsillos aprovechando el envío de remesas que los migrantes hacen a sus familias que permanecen en el país centroamericano. Solo en los tres primeros meses de 2024, de acuerdo con el Banco Central de Nicaragua, el país recibió más de 1140 millones USD por este motivo, mostrando un aumentó de 11.8% en comparación con el mismo período del año pasado que fue de 1,020.30 USD. Aunque el envío de dinero desde el exterior tiene un fin positivo porque consigue llegar a las manos de las familias empobrecidas, el lado opuesto beneficia al régimen que se ha mantenido en el poder a la fuerza desde hace 27 años, de los cuales 16 años son de manera consecutiva.
A la dictadura socialista de Daniel Ortega parece no importarle que cada año miles de nicaragüenses emigren a otros países en busca de una mejor calidad de vida. Por el contrario, es de su agrado, ya que así se llena los bolsillos aprovechando el envío de remesas que los migrantes hacen a sus familias que permanecen en el país centroamericano.
Solo en los tres primeros meses del presente año, Nicaragua recibió más de 1140 millones USD por este motivo. Es decir, la cifra aumentó 11.8% en comparación con el mismo período del año pasado (cuando fue de 1,020.30 USD), de acuerdo con el Banco Central de Nicaragua. Aunque el envío de dinero desde el exterior tiene un fin positivo porque consigue llegar a las manos de las familias empobrecidas, el lado opuesto beneficia al régimen que se ha mantenido en el poder a la fuerza desde hace 27 años de los cuales 16 años son de manera consecutiva. (Ver: Nicaragua sigue liderando en Centroamérica el crecimiento en la llegada de remesas ).
El alza en el envío de las remesas hace que Nicaragua continúe liderando el crecimiento de llegada de dinero a Centroamérica. Irónicamente, el principal país emisor es Estados Unidos, la misma nación que Daniel Ortega despotrica por considerarla enemiga a sus intereses dictatoriales. En detalle, 81.6% de los flujos llegó desde el país norteamericano (930. 7 millones USD), seguido por Costa Rica con 7.9% (90.5 millones USD) y España con 6.1% (69.2 millones USD).
Es un hecho comprobado que el régimen Ortega-Murillo aprovecha los flujos migratorios en términos económicos. No solo a los nicaragüenses que salen del país, sino cobrando multas o salvoconductos de 150 dólares por cada migrante de otras nacionalidades que use Nicaragua como tránsito, tal como lo registró el portal La Prensa en 2022. (Ver: Países centroamericanos se aprovechan de la migración irregular hacia EEUU).
Cualquier entrada de dinero parece válida para una dictadura que se encargó de destruir el aparato productivo en aras de defender un modelo estatista que de ninguna forma garantiza suministros o calidad de vida a la población. Pero el verdadero ingreso está en las remesas. El 2023 marcó un récord en este sentido, ya que al país centroamericano llegaron 4660 millones USD, 40.5% más que en 2022. De ese total, 3563 millones USD salieron de Estados Unidos, según cifras oficiales.
Considerando que alrededor de 20% de la población total nicaragüense, estimada en 6.9 millones, salió del país desde 2018 tras la profunda crisis social y económica (la mayoría de los cuales se encuentran principalmente en Estados Unidos y Costa Rica), entonces Daniel Ortega tiene en los migrantes un músculo económico a pesar de que estos no tienen la mínima intención de respaldo.
El beneficio de la dictadura sandinista se da de forma indirecta; es decir, no cobra una parte del dinero que ingresa, sino que oculta sus tentáculos en modalidades como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), camuflado en casi todos los productos de consumo.
Para mayor idea de cómo funciona este mecanismo, hay que remitirse al año 2021 cuando, de los más de 2600 millones USD que Nicaragua recaudó en impuestos, los receptores de remesas contribuyeron con más de 15% de esa recaudación, señaló el portal Divergentes. (Ver: La “perversa ganancia” que Ortega saca del éxodo nicaragüense: aumentan las remesas).
El dinero recaudado en impuestos termina en las arcas del Estado que usa el sandinismo a discreción para mantenerse en el poder. De manera que el mecanismo consiste en un oscuro ciclo que Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo, aprovechan para mantener a Nicaragua sumergido bajo su dictadura.