El secuestro y muerte del exteniente venezolano Ronald Ojeda en Chile ha levantado un terremoto internacional con epicentro en Caracas. Mientras continúan las sospechas sobre la participación directa de agentes de la dictadura en estos hechos, la Fiscalía chilena apunta a El Tren de Aragua, una violenta banda criminal nacida en Venezuela. Y precisamente sobre lo que no tienen dudas los expertos del FBI y los exiliados que huyen del régimen, es que Maduro “está exportando” a miembros de éste y otros grupos criminales a terceros países para desestabilizarlos e incluso alcanzar “acuerdos de colaboración” con Venezuela para supuestamente combatirlos facilitándoles actuar en sus territorios.
El secuestro y muerte del exteniente venezolano Ronald Ojeda en Chile ha levantado un terremoto internacional con epicentro en Caracas. Mientras continúan las sospechas sobre la participación directa de agentes de la dictadura en estos hechos, la Fiscalía chilena apunta a El Tren de Aragua, una violenta banda criminal nacida en Venezuela. Y precisamente sobre lo que no tienen dudas los expertos del FBI y los exiliados que huyen del régimen, es que Maduro “está exportando” a miembros de éste y otros grupos criminales a terceros países para desestabilizarlos e incluso alcanzar “acuerdos de colaboración” con Venezuela para supuestamente combatirlos facilitándoles actuar en sus territorios.
En Estados Unidos ya se ha detectado varios individuos con tatuajes y actos que les vinculan con el peligroso grupo venezolano. De hecho, el jueves pasado la fiscalía de Georgia apuntó que Diego Ibarra, personaje detenido por tratar de engañar a las autoridades con una tarjeta de residencia falsa y hermano del sospechoso del asesinato de la estudiante de enfermería Laken Riken en este mismo estado, podría ser miembro del Tren de Aragua. El mes pasado, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos confirmó que al menos dos de los inmigrantes ilegales que propinaron una paliza a dos agentes de la policía en Nueva York formaban parte de esta organización.
No son hechos aislados. El subdirector de la División de Investigación Criminal del FBI, Chris Swecker, denunció entre el 2004 y 2006 que tanto el Tren de Aragua como la Mara Salvatrucha 13 están cobrando fuerza en Estados Unidos. Sobre el ascenso de la banda venezolana, Swecker fue contundente: “Creo que (Maduro) está vaciando sus prisiones deliberadamente y enviando a esta gente aquí, tal como Fidel Castro lo hizo en los 80”.
Chris Swecker, who served as assistant director of the FBI for the Criminal Investigative Division from 2004 to 2006, expects a reemergence in the US of MS-13 (based in El Salvador). He also foresees a strengthening in the US of Tren de Aragua (based in Venezuela), thanks to a… pic.twitter.com/5iEJMAsdTW
— Crime In NYC (@CrimeInNYC) February 15, 2024
Estados Unidos no es el único país en el que este grupo criminal ha extendido sus redes, que se ceban especialmente con Sudamérica, y se ha reportado su presencia en 10 países. Chile firmó en enero un acuerdo de colaboración con Venezuela, y uno de los motivos principales era que Caracas “ayudara” al Gobierno de Boric a combatir la creciente actividad delictiva del Tren de Aragua en sus territorios, que sufre una imparable oleada de crímenes y violencia. La muerte del exteniente Ojeda parece reunir a ambos actores venezolanos: agentes del régimen bolivariano actuando como sicarios de la banda o incluso que usaran miembros para efectuar el delito.
Una relación que no duda desde Florida, donde se encuentra exiliado, el vicealmirante Mario Iván Carratú, es que “el régimen utiliza el hampa como elemento de control a los venezolanos”, por lo que no tiene dudas de que los está enviando al extranjero con la misma misión como hiciera en el pasado la dictadura castrista en Cuba.
El disidente venezolano William Cárdenas, que en estos momentos reside en España, denunció en conversaciones con el medio Voz Media que detrás de esta expansión está la propia dictadura: “Están exportando criminales a todos los países americanos. Son mafias que llegan a acuerdos de mercados del crimen, y nuestros vecinos están pagando las consecuencias de haberse permitido subsistir con un narcoestado sin aplicar correctivos colectivos. ¿Alguien sabe por ejemplo dónde fueron a parar los presidiarios de la Cárcel de Tocorón, liberados por un acuerdo entre pranes y el ejecutivo de Maduro?”.
Algo que corrobora el internacionalista venezolano Oswaldo Silva desde Virginia, que apunta a que gracias a la presencia de estos criminales en terceros países “el régimen chavista puede poner sobre una mesa de negociación el hecho de ‘colaborar’ en operaciones para capturar a estos grupos delictivos, o simplemente permitir la deportación de los mismos hacia Venezuela. La salida al extranjero de organizaciones criminales como El Tren de Aragua le permite al régimen chavista y sus colaboradores expandir sus actividades económicas subterráneas, utilizarlos como amenaza de desestabilización de terceros países, y ser un recurso para forzar negociaciones y acuerdos de naturaleza política o de seguridad”.
Desde Alemania, el opositor Daniel Lara Farías, asegura que se trata de una inversión moderna de la utilización de Castro de la inmigración masiva como arma. Según Lara Farías, sin la intervención de esto no sería posible que un número tan elevado de estos delincuentes pudiera cruzar sus fronteras: “Para que una persona perteneciente a una banda armada, con antecedentes o con órdenes de captura pueda salir del país, muchas cosas tienen que pasar. En mi opinión, la técnica castrista de usar la migración masiva como arma, está siendo ejecutada por el chavismo hace años, y la técnica de contaminar a la migración genuina con elementos delictivos (Como hizo Fidel en el Éxodo de Mariel) es más que obvia con eventos que ocurren en distintas partes del mundo”.
También Estaban Hernández, editor de Contra Poder News, en Florida, insiste en esta argumentación, partiendo de “la naturaleza criminal del régimen” y de las informaciones procedentes de Venezuela que aseguran que la dictadura está ofreciendo a muchos delincuentes limpiar su expediente si abandonan el país caribeño:
Se debe entender la naturaleza criminal del régimen para no caer en estas falsas narrativas. El Tren de Aragua es una organización criminal común, pero que ha contado con el apoyo del régimen de manera directa o indirecta. En muchas oportunidades, y fue algo que pudimos observar bajo la dictadura de Castro, estos regímenes vacían sus cáceles y aprovechan las grandes olas migratorias para deshacerse de los delincuentes y, así, desestabilizar otras naciones. Hace algunos meses, algunos periodistas denunciaron que el propio régimen de Nicolás Maduro le estaba ofreciendo a estos criminales hacerles una limpieza de antecedentes penales bajo la promesa de que se fueran del país, específicamente, a los Estados Unidos. Si esta información es cierta, no veo como poco probable que se haya hecho lo mismo con otros países de la región. Recordemos que Chile, específicamente, sufrió un intento de golpe de estado en octubre de 2019, y todo apunta a que hubo una fuerte presencia de agentes venezolanos detrás de estos hechos violentos.