Un equipo de astrónomos han desarrollado un nuevo método para la detección de civilizaciones extraterrestres avanzadas de forma “metódica e infalible”, aseguran. Según el estudio de la Cornell University, el diseño permite maximizar las posibilidades de detectar anomalías en los datos de tránsito de potenciales megaestructuras que pueden indicar la presencia de civilizaciones extremadamente avanzados.
Un equipo de astrónomos han desarrollado un nuevo método para la detección de civilizaciones extraterrestres avanzadas de forma “metódica e infalible”, aseguran. Según el estudio de la Cornell University, el diseño permite maximizar las posibilidades de detectar anomalías en los datos de tránsito de potenciales megaestructuras que pueden indicar la presencia de civilizaciones extremadamente avanzados. (Ver: La innovadora búsqueda de vida inteligente en la escucha: detección y caracterización de tránsitos anómalos en curvas de luz de Kepler).
Su método científico se ha traducido en una misión de análisis realizada por el equipo bautizado como Breakthrough Listen, un proyecto SETI (siglas en español de Búsqueda de inteligencia extraterrestre) que por ahora ha contado con el análisis de cientos de estrellas y sus respectivos cambios en su intensidad de brillo.
La misión se ha centrado en la búsqueda de tránsitos anómalos en otros sistemas solares, analizando sus curvaturas de luz: Los gráficos que rastrean el brillo de una estrella a lo largo del tiempo. Las anomalías en estas curvas de luz, como las variaciones en la trayectoria de tránsito o la velocidad, pueden indicar interferencias de una civilización avanzada, como la construcción y operación de esferas de Dyson y otras megaestructuras.
Haciendo uso de software con inteligencia artificial, el equipo examinó datos del observatorio especial Kepler, identificando 228 sistemas exoplanetarios con señales anómalas. Después de excluir 10 sistemas debido a limitaciones de modelado de software, revisaron manualmente 218 sistemas, aunque fue un trabajo arduo, el número es insignificante comparado con el número de estrellas en la Vía Láctea, que se estima entre 100.000 y 400.000 millones.
Pese a que los hallazgos no han revelado ninguna “tecnofirma”, tránsitos que pueden atribuirse a los orígenes tecnológicos de manera clara, la investigación ha sentado las bases para organizar un esfuerzo a gran escala que revive una gran cantidad de datos procedente de numerosos telescopios a la caza de sistemas con signos de vida inteligente a un nivel extremadamente avanzado.
El equipo Breakthrough Listen utilizó los datos recogidos por la misión Kepler de 2009 a 2013, periodo en el que el telescopio observó aproximadamente 150.000 estrellas, enfocándose principalmente en estrellas de la Secuencia Principal donde podrían detectarse planetas similares a la Tierra. En esa época, la misión confirmó 2.708 sistemas con exoplanetas.
Las observaciones de Kepler se realizaron en periodos de 90 días, con una cadencia de 30 minutos a 60 segundos. Tales mediciones de flujo de luz a lo largo del tiempo se tradujeron en curvas de luz y están disponibles públicamente en el archivo MAST (siglas en español de Archivo Mikulski para Telescopios Espaciales). Los datos no siempre son óptimos, aseguran los científicos, porque estas curvas de luz tienen intervalos de datos que faltan y problemas de calidad debido a varios aspectos operativos del telescopio.
El estudio procesó cada curva de luz objetivo utilizando un paquete llamado LightKurve, con el que los investigadores pudieron ajustar y eliminar la tendencia lineal de cada cuarto y los unieron en una curva de luz continua para cada estrella observada. Si los datos presentaban problemas de calidad identificados durante su adquisición, los investigadores los ignoraban. Para cada objetivo estelar, también eliminaron los tránsitos de otros planetas en el sistema para evitar interferencias en el análisis de los tránsitos sin identificar. Para este caso, se usó la base de datos del Archivo Exoplanetario de la NASA.
Después del Amplio proceso de evaluación, el esfuerzo se centró en el mejor 10% de los objetivos de Kepler, seleccionados por su relación entre la profundidad de tránsito esperado y el ruido de fondo. Con esto, los científicos se aseguran de que el análisis se limite a objetivos con señales de tránsito estadísticamente significativas para no perder el tiempo ni encontrarse con falsos positivos.
Por último, antes de analizar los tránsitos individuales, el equipo definió un conjunto de parámetros esperados que sirven como suposiciones iniciales con el que realizar la identificación de aquellos tránsitos que se salieran de esas normas.
En todos los casos que quedaron, la evidencia de la existencia de megaestructuras que desafíen el comportamiento de objetos según las leyes de Newton fue Inexistente. Sin embargo, el análisis meticuloso y detallado en los tránsitos individuales es importante porque aporta una metodología precisa y fiable en la búsqueda de señales de vida con tecnología avanzada. Aunque hasta el momento no se han encontrado tecnofirmas definitivas, el trabajo del equipo Breakthrough Listen representa un avance importante en la metodología de búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Más Adelante, los astrónomos planean expandir su búsqueda a más sistemas estelares de forma sistemática y refinar sus técnicas de análisis. Con el avance en la tecnología de telescopios y el aumento de datos disponibles, se espera aumentar la posibilidad de detectar signos de civilizaciones en el cosmos.
Y como “beneficio” agregado, la búsqueda no solo puede resultar en un descubrimiento que cambiará nuestra idea del universo y la vida para siempre, sino que además proporcionará información valiosa sobre la formación y evolución de sistemas planetarios.