Hace unos días se publicó un nuevo estudio donde se demuestra que al menos el 45% del agua potable en Estados Unidos contiene químicos que se conocen como “productos químicos para siempre”. Este estudio tomó cinco años de elaboración, lo que recientemente generó una investigación a nivel gubernamental, pese a que se conoce que estos productos químicos existen en las vías fluviales desde los últimos 50 años.
El nuevo estudio que acaba de ser publicado muestra que en Estados Unidos al menos el 45% del agua que circula en las tuberías, la misma que se consume a diario, contiene lo que se conoce como “Productos químicos para siempre”. Este estudio que tomó cinco años de elaboración y se desarrolló en todo el país desde el año 2016 al 2021, halló que estos elementos tóxicos estaban presentes en al menos 45% del agua potable que sale a través de las cañerías de los ciudadanos estadounidenses. Lo curioso es que este caso fue el primero en darse a conocer, el cual terminó abriendo una investigación gubernamental, a pesar de que se conoce que estos “productos químicos para siempre” estaban presentes en las vías fluviales desde hace 50 años. Este tipo de estudio no tenía precedente alguno, el Servicio Geológico de los Estados Unidos, responsable de esta investigación, dijo lo siguiente:
“Este estudio marca la primera vez que alguien ha analizado y comparado los PFAS en el agua del grifo de los suministros de agua públicos tanto privados como regulados por el gobierno a gran escala en todo Estados Unidos”.
El documento que finalmente publicaron lleva por título: Sustancias perfluoroalquílicas (PFAS) en el agua de los grifos de los Estados Unidos: comparación de las exposiciones en pozos privados desatendidos y en el suministro público e implicaciones asociadas para la salud.
En este estudio se refirieron a los productos químicos PFAS, conocidos también como “productos químicos para siempre”. Estos productos químicos no solo se encuentran en el agua potable, también están presentes en envases de alimentos, cosméticos, hilo dental y un sinfín de productos comerciales. Se ha descubierto que su consumo directo o indirecto podría estar relacionado con diversas enfermedades como el cáncer, problemas de desarrollo en niños, entre otros problemas de salud. El nombre técnico de estos productos químicos es PFAS del acrónimo Pre-Fluoro-Alkyl o Poly-Fluoro-Alkyl Sustancias. Cabe resaltar que PFAS no es solo un producto químico, sino todo un conjunto de productos químicos artificiales que se han venido fabricando desde finales de 1940. Se podría considerar que casi todos los productos comerciales contienen estos químicos sintéticos como, por ejemplo: protector solar, maquillaje, sartén antiadherente, prendas impermeables, loción para manos, así como cientos de productos que están diseñados para soportar el calor, el agua y la grasa.
Entonces al ver la cantidad de productos comerciales queda subrayado que los PFAS no son una sola cosa, sino que se puede presentar de diferentes formas para distintos usos. Existen más de 9000 productos químicos en la familia de los PFAS, pero todas comparten algo en común además de ser creados por el hombre, contienen a nivel molecular cadenas de átomos de carbono y flúor unidos entre sí, su unión es tan fuerte que no pueden ser rotos por el agua ni enzimas de bacterias, tampoco por otras sustancias propio del ambiente natural. Esto significa que la unión de enlaces tan fuertes hace que las sustancias de los PFAS no se degraden fácilmente permaneciendo a través del tiempo en el ambiente y en el mismo cuerpo humano. Su proliferación parece ser también bastante estable a través del agua, por lo que se pueden trasladar miles de kilómetros desde su punto de origen sin sufrir degradación alguna, es por eso por lo que recibe el nombre de “Sustancias químicas para siempre” porque una vez que se esparce, es muy difícil retirarlas del espacio y como el uso de estas sustancias PFAS se ha venido consumiendo directa o indirectamente en las últimas décadas, hoy se encuentran en todas partes. Se liberan al espacio desde su proceso de fabricación, también se depositan en vertederos o se incineran, por lo que acaban en el suelo, en el aire y en el agua. Se filtran fuera de los productos en los que se envasa, por ejemplo: si bebemos agua de botellas con BPA que irónicamente tiene la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los EE. UU. (Ver: ¿Qué es BPA y por qué se usa en algunos plásticos?), las sustancias químicas se filtran en el suministro de agua como también en el cuerpo y como las sustancias PFAS no se descomponen fácilmente después de ser ingeridas, con el tiempo se acumulan en la torrente sanguínea. Según un estudio realizado por el CDC (Centers for Disease Control and Prevention) (Ver: Sustancias químicas de polifluoroalquilico en la población de EE. UU: Datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición (NHANES) 2003–2004 y comparaciones con NHANES 1999–2000) más del 99% de la población estadounidense tienen en la sangre sustancias químicas PFAS, ese mismo estudio también pudo encontrar que el grado de presencia de sustancias químicas PFAS en el torrente sanguíneo depende también de factores relacionados al estilo de vida como la dieta, el lugar donde vive, su trabajo y también cosas que parecieran irrelevantes como el hilo dental o la ropa que usa. Esto significa que dependiendo del estilo de vida que tenga, puede tener PFAS en mayor o menor concentración dentro de su organismo, pero algo si es seguro, todos tenemos algo de PFAS dentro de nuestro organismo. Es por eso por lo que no importa tanto donde viva o qué tipo de vida lleve, estas sustancias químicas no se degradan fácilmente, algunas de ellas tienen una vida media de más de mil años y son extremadamente móviles, pueden desplazarse lejos de su fuente de origen y esto ha llevado su proliferación en el suministro de agua.
Volviendo al estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos, lo que hicieron los investigadores es viajar por todo el país entre los años 2016 y 2021 para tomar muestras de agua de 716 lugares, 269 pozos privados y de 447 suministros públicos de agua. Una de las razones que hace sólido a este estudio, es porque los investigadores no solo analizaron los pozos de agua o los embalses, sino que también entraban a los domicilios y recogían el agua que directamente salía por las cañerías. Así lo describió el autor principal de este estudio:
“Los científicos del servicio geológico de Estados Unidos analizaron el agua recogida directamente de los grifos de cocina de la gente en todo el país proporcionando al estudio más completo hasta la fecha sobre PFAS en el agua del grifo tanto de pozos privados como de suministros públicos”.
Una vez que se tuvo las muestras, los investigadores analizaron el agua en busca de 32 tipos diferentes de compuestos PFAS y en base a sus muestras, determinaron mediante modelado que en promedio se detecta al menos un PFAS en aproximadamente el 45% del agua potable en Estados Unidos. El autor principal añadió:
“El estudio estima que al menos un tipo de PFAS de los que se controlaron podría estar presente en casi la mitad del agua corriente de Estados Unidos. Además, las concentraciones de PFAS eran similares entre los suministros públicos y los pozos privados”.
A continuación, dentro del estudio los investigadores publicaron también un mapa del país que muestras sus hallazgos geográficamente, los triangulo verdes representan pozos privados con PFAS detectados y los círculos azules representan los suministros públicos de aguas con PFAS detectados.
Este mapa del USGS muestra la cantidad de PFAS detectadas en muestras de agua del grifo de sitios seleccionados en todo el país. Los hallazgos se basan en un estudio del USGS de muestras tomadas entre 2016 y 2021 de suministros públicos y privados en 716 ubicaciones. El mapa no representa las únicas ubicaciones en los EE. UU. con PFAS. Crédito: Servicio Geológico de EE. UU.
Como se puede ver, hay significativamente más detecciones de estás sustancias en la parte oriental del país, especialmente en zonas urbanas con mayor densidad poblacional a diferencia de la parte del oeste donde el suministro de agua es considerablemente limpio. Sin embargo, dado que existen miles de sustancias químicas pertenecientes a la familia del PFAS y que muchas de ellas aun son indetectables por la tecnología actual, es posible que estos hallazgos solo muestren la punta del iceberg. Algo que uno de los investigadores reconoces es que:
“Los marcadores de PFAS en los que nos centramos son solo un indicador fraccionario de los más de 8.000 PFAS potenciales y la fracción de flúor orgánico total captada por estos análisis selectivos suele ser baja en las aguas superficiales. La detección potencial de uno o más PFAS en el agua potable de Estados Unidos combinada con la insuficiente cantidad de información disponible sobre el uso actual compuestos de cadena ultracorta apoya la necesidad continua de vigilancia del agua del grifo en el punto de uso”.
Para finalizar, si usted vive en Estados Unidos, tiene familiares, amistades o simplemente le da curiosidad saber sobre la fuente de abastecimiento de agua, los investigadores también hicieron énfasis especial en esto, aquellos interesados en realizar las pruebas y tratamientos en pozos privados pueden ponerse en contacto con sus autoridades locales y estatales para su orientación. Las pruebas son las únicas formas por el momento que permiten confirmar la presencia de estas sustancias químicas en los pozos. Sin embargo y viendo el tema de fondo, ¿qué volumen de concentración hay esparcido de estas sustancias químicas en el mundo y qué cantidad de personas están dispuestas a conocer y tomar acciones sobre el tema? Le invitamos a leer el estudio (Ver: Sustancias perfluoroalquílicas (PFAS) en el agua de los grifos de los Estados Unidos: comparación de las exposiciones en pozos privados desatendidos y en el suministro público e implicaciones asociadas para la salud.).